AQUELLA VEZ QUE LE LLAMÓ CARIÑO
- Ángel R. Larrosa
- 15 dic 2015
- 1 Min. de lectura
Ella se le entregó siempre que él lo quiso. Lo hizo, además, con absoluta dedicación y llena de deseo, utilizando todo su saber y mucha imaginación, desvistiéndole unas veces con ternura y otras con pasión y abrigándole después con caricias y besos.
También le regaló su sonrisa. Unas veces con respeto, otras con picardía, algunas con admiración, muchas con satisfacción.
Y le ofreció desde el principio su complicidad. Buscó lugares, situaciones, músicas y palabras para compartir. Planificó aventuras, chiquilladas, locuras que vivir juntos.
Además le cogió de la mano durante sus paseos. Recostó la cabeza en su hombro cuando descansaban. Enredó los dedos en su espesa cabellera negra cuando se miraban.
Sin dudarlo le besó en incontables esquinas, en innumerables portales. Bajo el muérdago, sobre un puente, en el bosque y en el prado. En el mar: sobre el agua y bajo ella.
Pero no fueron ni aquellas pasiones, ni aquellos rictus, ni aquellos momentos, ni aquellos lugares los que él guardó en su memoria como un tesoro, si no aquella vez que le llamó “cariño”.
Y la guardó en su memoriaa pesar de que ella, esa única vez que le llamó “cariño”, continuó hablando y terminó la frase con un “te dejo”.

Ángel Larrosa és un escriptor escassament publicat i abundantement impublicable, narrador d'històries esporàdic i ensopegador empedreït amb una pedra de la qual ha agafat estima.
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